No tiene ni 20 años y ya es una auténtico prodigio del piano blues. Su nombre: Nirek Morak, parisino, un músico jovencísimo que descubrió el blues y el boogie en el célebre club Paris Boogie Speakeasy, donde trabajaba su padre. Morak empezó a tocar a la temprana edad de 6 años y, sin haberse afeitado todavía, ya dominaba a la perfección el lenguaje del swing. En su meteórica carrera, ha actuado en los principales festivales de blues del país vecino y en los del resto de Europa e, incluso, EEUU. Es un verdadero fenómeno que en el Milano compartirá tablas con Enma Fernández, uno de los pianistas y vocalistas nacionales que interpreta con más soltura el repertorio de r’n’b, rock’n’roll y swing de los años 40 y 50.