Antonio Sánchez, Reuben Rogers y Markus Strickland, entre otros tótem del jazz norteamericano, son algunos de los nombres que han trabajado al servicio de este saxofonista sueco que inició su carrera como joven promesa junto a maestros del jazz escandinavo. ¿El secreto? Una personalidad artística que le ha llevado a ser considerado un músico con una sonoridad “poderosa, creativa y sutil” a la vez. El Milano será escenario de la actuación de uno de los grandes altos de la escena europea, en formación de quinteto y junto a algunos de nuestros mejores jazzman.