Entre las nuevas generaciones del blues y el boogie woogie destaca el virtuosismo arrollador del pianista de Iowa (EEUU) Chase Garrett, un músico que empezó a tocar blues y boogie tras escuchar a clásicos de la categoría de Made “Lux” Lewis, Otis Spann o los jazzman Errol Garner y Oscar Peterson. El joven Garrett decidió profesionalizarse en 2011 y desde entonces ha subido a escenarios de Chicago, Kansas City o Nueva York, donde ha cautivado a los aficionados más exigentes. El futuro del blues está en manos de pianistas como Chase Garrett. Bajen las escaleras del Milano y compruébenlo.