Anton Jarl es de Malmö (Suecia) y lleva alrededor de 9 años en Barcelona. Conoció Milano cuando fue a disfrutar de un concierto de su amigo contrabajista Nono Fernández y gracias a él, terminó tocando en el local. Se ha convertido en uno de los baterías más solicitados, toca en distintas formaciones que actúan con frecuencia en la coctelería y es ya un músico de la familia. Le hemos entrevistado.
¿Cómo entraste en el mundo de la música?
Mis hermanos mayores tenían una banda de rock y eso me despertó mi interés muy temprano, a los 6 ó 7 años.
¿Tocas algún instrumento además de la batería?
A nivel profesional no, pero sí toco un poco el piano.
¿Siempre te has dedicado a la música?
Llevo desde 1982 tocando, aunque ha sido por épocas. He hecho otras cosas, trabajos extra para ganarme la vida cuando era muy joven, también he estudiado otras cosas pero nunca dejando la música.
Nadie duda que eres uno de los mejores baterías que han pasado por Milano, ¿cómo llegaste a dominar así el instrumento?
¡Gracias! Lo mío no tiene ni misterio ni secreto. He estudiado mi instrumento, mucho y con disciplina durante muchos años. He tenido buenos profesores que me han enseñado la técnica para tocar. Aparte de eso siempre me han gustado muchos estilos de música diferentes y he intentado aprenderlos correctamente y eso requiere un buen dominio del instrumento. Eso sí, el secreto es tener pasión y interés por la música y el instrumento, y paciencia. Aprender a tocar bien un instrumento es un proyecto para toda la vida y nunca llegas al punto de decir que has terminado de aprender y evolucionar, es un proceso sin fin. Ahí está la gracia.
Anton Jarl diciendo unas palabras en el III Milano Jazz&Cocktails Festival
¿Qué te parece la combinación de jazz y cocktails?
Es un concepto clásico de los clubes de jazz y funciona estupendamente.
¿Qué opinas de Milano Jazz Club?
Creo que es un local maravilloso para música en directo. Tiene el aspecto de un club de jazz auténtico. Además hay un ambiente amistoso y un personal muy profesional y detallista. Para mí, igual que para muchos otros, es un sitio único en Barcelona.
Tocas en muchas formaciones diferentes que pasan por Milano, ¿con cuál te sientes más a gusto?
Cada formacion me aporta cosas diferentes. En mi vida musical siempre he tocado con mucha gente diferente y esta variedad es una verdadera riqueza musical. Cada noche es diferente y el reto es siempre ser creativo con cada grupo. No podría elegir solo uno… Los quiero a todos.
Anton Jarl (a la derecha) en una actuación con Guillermo Calliero Quartet
Tus formaciones tienen distintos estilos… ¿Cuál es el estilo de música que más te gusta?
Lo mío es variar. He tenido épocas tocando solo jazz, y lo amo, pero entonces he echado de menos tocar blues y rock. Digamos que soy un batería formado en la música afroamericana, pero sin ponerme límites de especializarme solo en un estilo. Eso sí, no toco ningún estilo de música que no me gusta. El lunes pasado estuve todo el día en el estudio grabando el disco nuevo de la cantante Marina Abad de Los Ojos de Brujo y por la noche toqué un concierto de blues y swing con August Tharrats Trio en el Milano. Seguro que hay gente purista que piensa que es raro trabajar así pero a mi me encanta.
¿Qué música sueles escuchar en tu casa?
En mi casa escucho de todo, desde Ornette Coleman, Van Halen, Howlin Wolf, Etta James, Bob Dylan y Foo Fighters… Conecto con artistas y bandas y no pienso en qué estilo tocan. Siempre ha sido así para mí y creo que es normal que eso se refleje en mi trabajo.
¿Cómo es The Brand?
The Brand es un grupo que toca versiones de canciones rock clásico. Es música de fiesta, para pasarlo bien. El cantante y guitarista es Jean Paul Dupeyron. Para mí es un músico increíble, muy completo. Como cantante tiene un registro impresionante. A mí siempre me han gustado las voces masculinas y Jean Paul Dupeyron es sin dudas una de las mejores que he encontrado. El bajista es Santi Ursul. Un músico con larga trayectoria, ha actuado con muchos de los mejores músicos de rock y blues de Catalunya. Para mí como batería es muy importante sentirme cómodo tocando con el bajista y con Santi me sentí genial desde el primer momento. ¡Ahora llevamos 8 años tocando juntos! También tenemos otro repertorio con esta formación, con canciones propias con mis letras. Cuando tocamos este repertorio usamos el nombre The Stamp.
El concierto de fin de año es, sin duda, uno de los más importantes sino el que más, por duración y por número de asistentes. ¿Cómo surgió que fuera The Brand?
Para fin de año la idea es hacer una fiesta más que un concierto normal. Para esto el repertorio de The Brand es perfecto. Es una celebración y queremos que la gente lo pase bien y se anima. La fiesta empieza a partir de la una de la madrugada y tocaremos más tarde y más rato que en un concierto normal de Milano.
¿Qué te parece la fiesta que hemos montado para fin de año?
¡Me parece una muy buena propuesta! ¡Lo pasaremos genial!